o mismo pero distinto. Vivir algo conocido, pero con la ilusión de la primera vez y la tranquilidad de la veteranía. Eso es lo que sentimos en esta segunda Entrada de Moros y Cristianos de Campanar. De nuevo abrimos las puertas del casal a nuestros amigos comparseros que iban a compartir con nosotros el desfile de la tarde. De nuevo preparar mesas y preparar viandas. De nuevo el exquisito Arròs en Fessols y Naps que cada año podemos degustar preparado, desde primera hora de la maána por los grandes artesanos de Vinalesa, porque es un arte conseguir que el arroz esté tan bueno cocinando para tantos. Por la tarde, el desfile: pasear por las calles conocidas desde la infancia, esas calles angostas de casas bajas por las que tantas veces hemos pasado, que no paseado, y que hoy podemos degustar de nuevo con ese paso cadencioso que nos marcan las marchas moras y cristianas. Este año la afluencia de público fue mayor, lo que nos hace albergar la esperanza de que estemos poniendo las primeras piedras de un acto que se consolidará en el futuro dentro del programa de fiestas de la Virgen de Campanar.
Gracias a todos: a los que vinisteis a desfilar con nosotros, y a los que estuvisteis en las calles dándonos el calor que le falta al mes de febrero.
Gracias a todos: a los que vinisteis a desfilar con nosotros, y a los que estuvisteis en las calles dándonos el calor que le falta al mes de febrero.